La ciudad de Lambaré tiene el privilegio de estar rodeada de varias empresas solidarias y colaborativas, que son las Cooperativas, en ellas se predican los valores y principios de la cooperación, sus socios son personas que entienden de la importancia de la asociación con fines y propósitos solidarios y ayuda mutua, por ende, son personas y ciudadanos serviciales, que quieren ser protagonistas de sus propios desarrollos individuales y colectivos.

Las distintas empresas cooperativas, como Lambaré, 8 de marzo, Universitaria, Reductos , y Karu porã, fácilmente deben totalizar aproximadamente unos 70 mil personas cooperatizadas, lo que hace que la ciudad de Lambaré, tenga ciudadanos formados y educados en los principios de la cooperación.

Estas 70 mil personas forman un recurso humano de mucho peso a la hora de construir ciudadanos y escenarios de progreso y desarrollo.

Estamos en víspera y en un escenario de elegir e incorporar “gestores” públicos a través de las elecciones municipales, donde hasta ahora y hace 20 años, los ciudadanos lambareños, vivieron la pésima gestión municipal por sistemas de  dependencias, impregnados de impunidad, por ende, de corrupción. Hoy los ciudadanos de Lambaré, y, en particular los cooperativistas, siendo fieles  a sus doctrinas deberían involucrarse con mayor compromiso en la construcción de su escenario de vivencia, con la buena y efectiva elección de sus representantes porque juntos SOMOS MÁS.

Para la mejor gestión, participen en las distintas asambleas ciudadanas, a efectos de interiorizarse de los recursos, acompañar y controlar las inversiones realizadas en beneficio de la ciudadanía, es decir de ellos mismos.

Deseo que en esta oportunidad los socios de las distintas cooperativas, cuando vayan a elegir a sus representantes, lo realicen con visión cooperativista, pues conocemos que la gestión y sistema cooperativo es la más fuerte y tiene mayor apertura en cuanto a gestiones y transparencias.

Reconozco que también hay dificultades a veces en el cumplimiento de los compromisos, (vaya si lo sabré), pero eso no empaña las buenas gestiones asociativas.

Existen experiencias muy conocidas en ciudades donde las cooperativas de producción tienen fuerte y positiva incidencia en el desarrollo de la comunidad, respondiendo a unos de los principios cooperativos, que es la ayuda a la comunidad.

Los cooperativistas lambareñas tienen la gran oportunidad con su involucramiento y acompañamiento, de construir y transformar la ciudad de Lambaré, pues el poder, la lapicera y el dedo lo tienen ellos, tienen la libertad y la potestad de elegir a los mejores, MEJORES, para construir la gran ciudad de Lambaré.

¡DESPERTEMOS LAMBAREÑOS!
 

 

 

Escrito por Florencio Núñez.